Los piercings orales (labio, lengua, frenillos) están de moda, especialmente entre la gente joven.
Es importante saber que pueden acarrear riesgos para la salud ( bucal y general).Y esto por varias razones: primero por ser un cuerpo extraño en el organismo, lo que puede provocar inflamación e infección local y desarrollo de gingivitis, periodontitis y hasta pérdida de hueso, segundo por la cicatriz que provoca su colocación que puede ocasionar un bloqueo del sistema nervioso y patología a distancia (dolor de hombro, de rodilla, cistitis…) y además, son habitualmente de metal con el riesgo de intoxicación que conlleva
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