La cicatriz es un tejido fibroso que le roba a la piel su capacidad natural de deslizarse en diferentes direcciones. Además de perder esta función, provoca que se adhiera a los planos profundos, sobre todo si esta cicatriz proviene de una cirugía. Estas adherencias limitan la movilidad de la piel sobre los músculos, articulaciones, organos, etc. Por lo tanto actuará como una verdadera disfunción articular de manera local.
Pero además, una cicatriz puede provocar un bloqueo en la transmisión de la información a través del sistema nervioso, lo que puede desembocar en un dolor en una zona alejada, en un dolor a distancia. Sin duda, tener una cicatriz es una potencial causa de múltiples problemas y es por este motivo por lo que debe ser evaluada y tratada.